Esta no es una entrada como las anteriores donde pongo recetas, sino es mi entender del estado de situación de los celíacos en Buenos Aires. Seguramente me equivoco en muchas cosas, porque acabo de llegar y no tengo toda la data, pero esto es lo que ve una familia recién mudada.
Después de cuatro días en Buenos Aires me doy cuenta que tener una familia celíaca en Finlandia es una papa, comparado con la complejidad del problema en Argentina. Lo primero y principal es que en Finlandia se puede confiar en las etiquetas de los productos, porque si dice que no tiene nada que contenga gluten, entonces no lo tiene. En cambio acá, en Argentina, solo se puede confiar en unas listas que proveen las asociaciones de celíacos. Yo tengo una de ACELA, una asociación de asistencia al celíaco. Esta es la que cayó primero en mis manos.
Entonces, por ejemplo, cosas que en Helsinki jamás tuve que prestar atención, como si en los fiambres o en las especies en polvo hay aditivos con gluten, acá hay que tener. La elaboración de comidas acá es muy diferente, y desgraciadamente alimentos a los que nunca se me ocurriría que podrían tener gluten, lo tienen.
Parece que hay algunos supermercados que tienen algo para celíacos. En Jumbo hay hasta una pequeña góndola, con galletitas, harinas, golosinas y no mucho más. En otros supermercados más chicos no hay góndola especial de productos aptos.
Hay que tener mucho cuidado entonces hasta en la casa de amigos, porque las especies no pueden estar contaminadas. O les decís a los amigos que usen las especies permitidas por las listas o que no usen especies, lo que es un aburrimiento total. A eso sumado que la cocina Argentina tiene mucho queso mantecoso, entonces también hay que aclararles las marcas de quesos que son aptos. Un verdadero merengue!
Todo puede estar contaminado y los celíacos argentinos tienen un límite de gluten mucho más estricto. Para denominar un producto «Sin TACC, libre de gluten» puede tener como máximo 20mg/kg. En cambio en Finlandia hasta ahora la clasificación era: «sin gluten» (gluteeniton) 200mg/kg y «naturalmente sin gluten» (luontaisesti gluteeniton) 20mg/kg. En general un celíaco empieza con una dieta sin gluten y en caso de no mejorar pasa a una naturalmente sin gluten. Ahora, a partir de las nuevas directivas europeas cambiaron las denominaciones y los límites. «Con poquísimo gluten» (erittäin vähägluteeninen) son 100mg/kg y «sin gluten»(gluteeniton) es hasta 20mg/kg. Esta es la denominación y los límites que se usan hoy en día.
Siguiendo con las diferencias. En Finlandia se puede comer avena, si es elaborada en molinos diferentes y no hay contaminación. Se hicieron muchos estudios y se comprobó que la avena es aceptada y no produce daño en los celíacos si es pura. Acá en Argentina, no hay avena pura, y se considera que la avena hace mal a los celíacos. La A de TACC viene de avena. Es una pena, porque es una fuente de fibra muy importante. Quizás ahora que la ley celíaca está aprobada (acaba de aprobarse en Diciembre 2009) se hagan más inversiones en investigación, para poder integrar la avena a los alimentos permitidos. También se necesita un molino dispuesto a no trabajar con otros cereales.
Sin entrar en detalles, la ley celíaca es un logro muy grande para la comunidad Argentina y cuando se empiece a implementar ganaremos en calidad de vida, porque podremos confiar en las etiquetas.
En Buenos Aires, como en toda ciudad grande de un país con muchas diferencias sociales hay una oferta muy variada de servicios. Entonces es posible que te traigan productos a la casa, como pastas caseras, o alfajores (la especialidad dulce local).
En Finlandia se puede contar con ir casi a cualquier restaurant y contar con un menú para celíacos. Incluso los paradores al costado de la ruta, o el vagón comedor del tren. Acá, en mi Buenos Aires querida, solo se puede contar con algunos restaurants (creo que no llegan a 5) y hay que llamar antes para avisar. Cuando haya experimentado algunos haré una entrada sobre el tema.
Algunas claves de Buenos Aires:
En las dietéticas se encuentran muchas cosas, desde panificados hasta semillas y pastas frescas. Acá un par de direcciones de algunas dietéticas que se aliaron a la causa:
Dietética El castaño Echeverria 3341 (8 a 13:30 y de 15:30 a 20 hs.) Se pueden comprar harinas y otros productos.
Dietética:100% Natural. Bulnes 2042, Palermo.
Dietética: Casablanca. Malabia 351. Villa Crespo.
Como los porteños no podemos vivir sin empanadas y pastas frescas, acá algunas soluciones:
«La Casa de Matías» Concepción Arenal 3519 (4552-2332). Tapas de empanadas, pastas, empanadas, pizzas sin gluten.
Tante Gretty. Martín Rodriguez 902 (1607) Villa Adelina. (4776-9672). Muchos panificados y harinas. Traen a domicilio.
Dominika.Pastas, medialunas y pizzetas. (4240-3513). Traen a domicilio.
IlSole. Alimentos congelados. 156707-1400/ 156707-1100. Traen a domicilio.
La Delfina. Heredia 582. Ciudad de Buenos Aires. (4551-5683)
Y para los amantes de las tortas:
CeliGourmet: Charcas 4787. Tortas, panificados, chocolates y otros.
Las galletitas y el picoteo
De todas las cruzadas de mi vida una que no puedo dejar es la de estar en contra de las galletitas industriales como merienda y desayuno institucionalizado en jardines de infantes porteños y también adoptado por la gran mayoría de las madres. Hay muchas cosas que me causan rechazo, pero que las madres no puedan aunque sea 3 veces por semana ofrecer frutas, o yogurt con musli o alguna otra opción más sana me cuesta entender. En este país donde hay una variedad de frutas fantástica, donde se consiguen frescas y relativamente baratas, no entiendo que pasó, como las fábricas de galletitas lograron imponerse. Cuando alguna mamá solidaria de una amiga de mi hija compra galletitas aptas para celíacos, cómo le digo que prefiero que no le convide galletitas a media mañana?
El picoteo de galletitas o lo que sea en cualquier momento es algo totalmente aceptado en Buenos Aires. En general si te invitan a cenar, no te dan de cenar propiamente dicho antes de las 10 de la noche. Entonces hay una picada, un picoteo de porquerías estilo papas fritas, aceitunas, pan, quesito. Como uno se muere de hambre a esa hora, porque en realidad podríamos todos estar cenando una hora antes, nos llenamos de la picadita. O sea que cuando viene la comida ya no tenemos nada de hambre. Chupate el dedo grande!
Libros para celíacos naturistas
Lo último que me pasó en estos días es que fui a consultar un nutricionista, para que me de ideas y me cuente la verdad de la milanesa en esto de la dieta porteña. La consulta fue productiva, me dio un montón de información y alguna ideíta. Ahí, en esa consulta, me desayuné con que soy naturista: Ja!
Cuando le pedí que me recomiende libros de recetas para celíacos me dijo que lo que yo necesitaba era un libro para celíacos naturistas. Yo y otros como los colaboradores de Wikipedia siempre pensamos que naturistas son los que practican el nudismo. En Buenos Aires se usa la palabra para decir que uno come comida sana. Entre otras cosas mi cruzada contra el picoteo y las galletitas dulces me clasifican como naturista. Es para mi una novedad, porque en Finlandia no me considero una persona que come muy diferente a otros, quizás más variado por ser extranjera e introducir cosas de la comida Argentina, pero no más sano.
Entonces ahora necesito que me recomienden libros para naturistas celíacos. Si alguien tiene alguna idea de algún libro que le enseñó a cocinar con las cosas que hay en Buenos Aires sin gluten, por favor mándenme los datos.